Imagina un símbolo de gracia y fe que no solo adorna, sino que también habla al alma. Esta exquisita pieza, elaborada en plata de ley .925 y adornada con un acabado brillante de rodio, irradia elegancia atemporal. El corazón de este collar se encuentra en su brillante colgante de cruz, donde los diamantes naturales que culminan en un peso total de 1,0 quilates deslumbran con un color IJ y una claridad I2-I3. Cada faceta atrapa la luz, transformando lo ordinario en extraordinario. La cadena de caja de 18 pulgadas firmemente sujeta sostiene el colgante, simbolizando la unidad y la pureza en su diseño. El cierre de anilla de resorte garantiza un ajuste seguro, lo que hace que este collar sea tan práctico como hermoso. Esta pieza no es solo una joya; es un preciado recuerdo que combina un estilo sencillo con un profundo significado.