Para la mujer serena que valora el encanto eterno, estos pendientes de diamantes solitarios son la cumbre de la sofisticación. Magníficamente engastados en oro blanco de 14k, cada pendiente está adornado con un diamante de talla brillante real, que en conjunto suman 1 1/2 quilates. Cada diamante está engastado a mano en un engarce atemporal de 4 puntas, lo que permite un brillo máximo. El espectro de color GH captura la esencia de un brillo casi incoloro, lo que garantiza que hipnoticen a todos los espectadores. La claridad I1-I2, al tiempo que revela las huellas únicas de la naturaleza, mantiene su brillo impresionante. Perfectamente adecuados para salas de juntas, eventos lujosos o cenas íntimas, realzan cualquier atuendo. Sus confiables cierres de rosca garantizan que se mantengan ajustados, personificando la devoción duradera. Además, respaldados por la certificación IGI, su autenticidad indiscutible es evidente. En la gran narrativa de la joyería, estos clásicos pendientes solitarios emergen como íconos perdurables, fusionando armoniosamente el lujo con un legado preciado.