Estos pendientes de plata esterlina pulida .925, elaborados con un ojo para la elegancia, celebran el intrincado viaje del amor. Cada pieza presenta un corazón, el símbolo atemporal del afecto, donde reposa una piedra preciosa esmeralda natural en forma de pera tratada con aceite, cuyo tono verde intenso captura la belleza de la naturaleza. Alrededor de la esmeralda, un remolino adornado con diamantes (color HI, claridad SI1-SI2) se entrelaza, lo que le da un brillo radiante que recuerda a las estrellas en el cielo nocturno. El respaldo seguro garantiza que estos tesoros descansen cerca, como secretos susurrados entre amantes. Con vistas frontales y laterales que revelan un delicado bucle que conecta el corazón con el mundo, estos pendientes encarnan la combinación armoniosa de resistencia y gracia. De origen natural, tanto los diamantes como las esmeraldas hablan de la profundidad de los tesoros de la tierra, lo que hace que estos pendientes no sean solo un accesorio, sino una conexión con el romance duradero del mundo.