Envueltos en el resplandor puro del oro blanco de 10 quilates, estos pendientes tipo botón son un testimonio de la elegancia atemporal. Nueve diamantes naturales de talla princesa en cada pendiente colaboran en una danza celestial, sus engastes invisibles evocan la ilusión de un diamante singular y grandioso. Los cierres de seguridad a rosca garantizan que estos tesoros permanezcan cerca, susurrando historias de lujo con cada giro de la cabeza. Perfectos para los conocedores de la belleza clásica, aportan un toque de glamour tanto a la ropa de día como a la de noche, brillando con la promesa del color IJ y la claridad I3. Estos pendientes tipo botón no son solo accesorios; son una celebración de la artesanía sofisticada, diseñados para proyectar un halo de luz alrededor de la afortunada portadora.