¡Agrega textura a tu sofá o dormitorio con una manta de alpaca jaspeada! Seguro que será tu compañero de abrazos favorito y los tonos neutros clásicos nunca pasan de moda.
La industria de la moda considera que la fibra de alpaca es una de las fibras más ecológicas, naturales y suaves del mundo. Es apreciada por su tacto sedoso y lujoso y tiene una menor tendencia a formar bolitas. Esta fibra proviene de pequeños agricultores artesanales de la sierra peruana que trabajan con métodos agrícolas tradicionales y prestan especial atención a la sostenibilidad.
En la historia peruana más antigua, encontrará ejemplos del vínculo entre los incas y la alpaca. Los incas valoraban más la fibra de alpaca que el oro o la plata. El conocimiento y la artesanía del hilado y el tejido se han transmitido de generación en generación, lo que ha dado lugar al rico y diverso patrimonio textil del Perú. Los nuevos patrones se combinan con los métodos tradicionales, lo que da un toque innovador sin perder la herencia ética.
La alpaca vive en su mayor parte sin fronteras en las tierras altas de los Andes peruanos y no sufre daño alguno durante el proceso de esquila. Sus suaves patas acolchadas son delicadas con el terreno herbáceo y pastan sin destruir el sistema de raíces de la zona. La alpaca es el único animal que produce hasta 28 colores naturales y se puede mezclar en una gama infinita de tonos naturales, desde el negro intenso hasta los castaños cálidos y el blanco nieve. Se tiñe fácilmente de cualquier color y siempre conserva su brillo natural.
La alpaca es flexible y suave al tacto y, debido a su peso pluma, es ultraligera. La alpaca es más suave que la cachemira y más cálida y resistente que la lana de cordero. Contiene bolsas de aire microscópicas que crean prendas ligeras con excelentes propiedades aislantes. Es una fibra completamente natural y no se utilizan productos químicos agresivos en su producción.